Sunday, April 15, 2007

Tu eres el centro de mi mundo


A veces pienso que te tengo tan seguro, que creo que nada podrá separarte de mí. Me siento como si realmente fueras una extensión mía en este planeta. Olvido que eres un individuo, un ser completo que no necesita de mí para vivir… biológicamente, solo por decirlo así.
Me siento tan segura estando cerca de ti, que ocasionalmente pienso que fuiste creado solamente para entregarme tu amor y hacerme feliz, que no tienes otro propósito, otra meta, ni otro fin. Tu amor me hace sentir tan grande que me gusta pensar que todo tu universo se reduce a mí.

Somos un solo ser, somos indivisibles, una sola alma que vive en dos cuerpos. Es así por cosas del amor, tú no eres mi extensión. A veces olvido que vine al mundo sola, sin tu presencia, sin tu amor, y me cuesta creer que logre vivir dieciocho años sin ti. Hace cinco años que estamos juntos y confieso que antes de ti nunca me sentí tan completa; tan vulnerable a otro ser que se siente tan mío como yo de él.

¿Y que tal si algún día se perdiera la magia de este amor que nos une? ¿Que sucedería si dejaras de amarme? ¿Que seria de ti si te convirtieras en solamente uno mas? No me gusta pensar en estas cosas, pero de vez en cuando hay que hacerlo. Específicamente cuando reconozco que en algo te he fallado, que he sido una inconsciente al tratarte como si ya no hubiese más camino para andar, como si ya todo estuviera hecho… como si ya no te tuviera que conquistar.

Lo digo por esas veces que me llamas y te contesto fríamente, seca y casi sin amor. Siempre tengo una razón para hacerlo: que hay gente alrededor, que debo disimular, que las hormonas me tienen mal, pero no tengo justificación. Eres tan grande ante mis ojos que creo que el amor que te doy no es suficiente para sostener tu corazón. Debo reconocer que sí, somos divisibles, pero haré todo lo que esté a mi alcance para alimentar por siempre este fuego que nos une.

Me tienes bailando a tu son, la que vive alrededor de tu dedito soy yo, en la palma de tus manos están mis alegrías y mis tristezas, mi dicha y mi perdición. Dices que debo ser autosuficiente, quieres que te ame, pero no que dependa de ti. Dime como no depender de tus caricias para sentir que estoy en el cielo. Dime como no vivir a cuenta de los sueños que día tras día vamos tejiendo. Te amo y aunque no lo quieras, sí dependo de ti.

¿Alguna vez te has detenido a contemplar el brillo que nace en mis ojos cada vez que te miro? Apuesto que has notado que quisiera fundirme en ti con cada beso que nos damos. Desde que estas conmigo tengo nuevos sueños, por ti quiero ser mejor persona, a través de tus ojos veo el mundo de otra manera. A tu lado he descubierto que mi nivel de paciencia tiene dimensiones inimaginables. Tomada de tu mano voy conociendo cosas nuevas en mí. ¿Cómo no depender de ti? Amor, yo no seria quien soy si tu no estuvieras aquí.

Quisiera ser el centro de tu universo, porque tú eres la razón de mi existencia.

Te amo.

Sunday, December 17, 2006

Animal nocturno













Cuando me rodeas con tus brazos fuertes
y me acaricias los labios con tu aliento
mi mente se despoja de conciencias,
en mi espacio no existen consecuencias,
me convierto en animal nocturno,
y tú en mi presa predilecta.

Tú tienes todo bajo control,
calculas cada movimiento,
estudias cada gesto
y traduces el lenguaje de mi respiración.

Mantienes distancia entre cielo y abismo;
no como yo… que ando en el horizonte de los dos.

Tú, mi protector.

Cuando me rodeas con tus brazos fuertes
y me adentras al mundo de tus besos
abandono mi condición humana,
despierta lo primitivo en mi interior;
dejo la sensatez a un lado
y me hago tan vulnerable
a tus labios,
a tus caricias,
a tu amor.

Tú, mi perdición.

Tú mantienes la cordura
y controlas la situación.
Yo me pierdo en ti
y hago lo posible por romper
tu muro de contención.

Yo, tu tentación.

Te llevo al borde donde se pierde la conciencia,
pero no das un paso más,
y si lo das,
me proteges para que no hayan consecuencias.

Por eso confío en ti.
Con los ojos cerrados
dejo que hagas lo que quieras de mí.

Por eso desato la bestia que hay en mí,
porque cuando me ataca la locura
tú tienes cordura
suficiente para los dos.

Por eso me enamoré de ti,
porque solamente usas mi vulnerabilidad
para darme amor,
porque no me arrastras al abismo,
como lo hago yo.

Friday, December 15, 2006

Dijiste que vendrías










Dijiste que vendrías,
que harías todo lo posible,
pero no te vi.

Incansablemente busqué tu silueta
a través de los cristales
de aquel centro comercial,
pero no te vi.

Dirigí mis atenciones
hacia lo que mis superiores indicaron,
pero cumpliendo sus mandatos
seguía pensando en ti.

Te dibujé en los cuerpos
de quienes pasaron por mi lado.
Te aluciné en el viento,
pero la fantasía se me fue de las manos.

La espera me decía que debía esperar,
un poco mas de tiempo,
que aparecerías en cualquier momento.

Dijiste que vendrías,
que harías todo lo posible,
pero lo imposible detuvo tus pasos.
Te quedaste en la otra dimensión
en el mundo que ya no te pertenece.

Y mi espera se transmutó en desespero,
y el desespero se convirtió en tristeza,
y la tristeza se transformó en coraje
porque dijiste que vendrías,
pero no llegaste aquí.

Tuesday, December 05, 2006

Once horas















Once horas que no se de tí...
apuesto que llamarás a las once.
Cuarenta y tres veces he revisado mi teléfono
para comprobar que aún funciona.

Cuarenta y tres como tus años,
esos que te otorgaron la experiencia
para llevarme a la gloria cuando estamos juntos
y para enclaustrarme en el infierno cuando no estás.

Tú sabes cómo duele; las entrañas arden y convencen
de que sería mejor abandonar el cuerpo
para ir tras el bálsamo que alienta los sentidos...
tu voz...

Tu voz...
te niegas a regalarme su música
y te escondes,
te callas,
te amarran.
Me dejas en un silencio
lleno de ruidos.

El fuego me devora por dentro,
pero la distancia y el silencio
te hacen ajeno a mi sufrimiento.
Eres mi mayor necesidad,
pero no te escucho, no llamas, no estás.

El horizonte de mis ojos
se inunda de gotas de sal...
de lágrimas del mar.

A las once... llamarás a las once
cuando me cubra el sueño
y olvide los reproches.

Monday, September 18, 2006

43 y 23


¿Vienes a buscarme hoy? Y un delicioso “sí” se escucha al otro lado.
Esas llamadas furtivas arrancan el blanco y negro de los días que no te veo. Permanezco sonriente mientras te escucho en el teléfono y luego de tu respuesta afirmativa, despierta la niña que llevo escondida tras mis veintitrés años, dando saltos de alegría. En la espera de tu llegada, me siento como una chiquilla que espera ansiosa la navidad por los regalos que traerán los reyes magos. Muchas veces soñé con encontrar un príncipe azul que me elevara hasta el cielo con sus brazos, pero a medida que fui creciendo sólo encontraba príncipes saltando en pantanos… puros sapos.

Tú me enseñaste que la atmósfera rosada es sólo producto de los cuentos de hadas, pero te advierto que los ojos de mi príncipe están puestos en tu cara. Nuestra vida juntos es nada fácil, pero nuestra vida separados es mucho más difícil. Cuando se supone que debería sentirme fuera de lugar, es cuando más segura me siento, es cuando más me entrego a lo nuestro. La mitad de mi sangre también corre por tus venas y eso me hace sentir más confianza. Si no me dañas porque soy la mujer que amas, tampoco lo harás porque soy parte de tu estirpe y la mitad de tu alma.

Pueden detonar críticas volcánicas sobre nosotros, pero entre tus brazos me siento protegida. No cambiaría tu amor por la satisfacción de muchos y espero que algún día nos comprendan. El niño que se oculta tras tus cuarenta y tres años siente que nace por vez primera, se asoma a la luz después de toda una vida en tinieblas. Me atreví a soñar con ser tu princesa y aquí estoy, hecha tu reina.

¿Cuándo vendrás de nuevo? “Pronto, muy pronto” y vuelvo a saltar loca de contenta, deseando que ese “pronto”... mañana amanezca.

Perdí mi arte










Perdí mi arte,
se fue rodando por la esquina de la calle.
Se escapó de mis dedos.
Se fue en las alas de los versos
que nunca nacieron.
Perdí mi arte...
el aura de poeta se quedó en silencio.
Murieron las estrofas,
desfiguradas en la tinta
de una pluma sin dueño.
Perdí mis letras,
aquellas que en la noche
con llanto emergieron.
Perdí mi arte,
mis rimas,
mis versos,

... y con este intento solo busco retenerlos.

Saturday, September 16, 2006

Ella y yo


Ella es un insecto.

Una baratija, un despojo.


Ella es una mosca en mi miel.


Quiere echarlo todo a perder.


Es un virus que promete romper el vidrio.


Amenaza con envenenar todo lo que he sido.


Ella mendiga tus atenciones.


Busca en la basura tus promesas ROTAS.


Pretende proteger lo que ya no es suyo.


Apretó muy fuerte la arena y se le escapó entre los dedos.


Pero su demencia inventa que aún tiene las manos llenas.


Es una sicótica, una asesina que escribe mi nombre en su lista.


Una egoísta que ataca porque soy


lo que ella nunca pudo…


o no quiso ser.

Soy su adversaria, soy la vampira que absorbe sus esperanzas.

Soy la muralla que la separa de sus ansias.

Soy su víctima… soy águila sin vuelo cuando nos persigue con su brújula.

Ella promete detonar el mundo y me asusta.

No es un insecto…

en temas de amor es una intrusa, vive en sombras porque no se le antoja abrir los ojos.

Quiere ser tu resignación y yo tu oportunidad.

Quiere ahogar mi triunfo y dejarte en ruinas.

Quiere apagar mi luz y llevarte a la oscuridad.

Y que tal si de una vez todo hace estallar.

Solo el miedo asegura que ese es el final.

Una vez lo enfrentemos todo morirá.

O tal vez,

quizás…

nuestra vida comenzará.